viernes, 17 de junio de 2011

…es porque piedras trae.

Lo acompañó a todos lados, a todos y cada uno de los lugares a los que tenía que ir, pero cuando ya no quedaba nada aparecieron todos y ya no tuvo créditos.
Nunca quiso serlo, pero sin ningún tipo de intención ni acción, por alguna razón terminaba así.
Siempre tuvo poco cariño –en expresiones- pero jamás pudo soportar que no lo quisieran. Sentirse poco querido era lo que siempre temió.
Cuando se alejó de aquel amigo inseparable, una de las cosas que más recuerda de la última conversación fue eso. Sí eso. Cuando le dijo todo lo contrario a lo que estaba pasando ahora.

No quiso tener problemas… sólo llegaron.

Hoy tiene una conversación pendiente de algo de lo ni siquiera tiene alguna cosa que decir.
Siempre buscando saber cual es el rollo con uno… pero sabes, esta vez no, escribiendo esto… me aburrí, sí, yo.
Desnudé al personaje de esta nota y confesaré que no haré nada por arreglarlo, pues, sí tiene un problema conmigo, será sólo su problema. No volveré a hacerlo mío.

Si me quiere, bien, y si no… mala cuea!

ADIÓ!

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