viernes, 3 de septiembre de 2010

Mundo cruel, muy cruel. IV parte, parte final.

Cuando terminó su historia, me dolió el alma saber que en la vida pasan cosas como esas, pero más me dolió que le pasen a personas como ella, ella que no le hace daño a nadie, que mira la vida desde el amor mismo, una persona a la que admiro por ser tan bella, inteligente y a la vez tan humilde.
Llegué a mi casa con la ayuda de Sebastián, pues, después de todo lo que me contó no pude dejar de sentirme invadida por un terrible miedo de andar sola por la calle de noche, más por esos barrios. Le conté a mi madre y comenzamos a recordar algunas vivencias de cando éramos niñas, anécdotas que nos marcaron ciertas cosas en las que hoy basamos nuestras vidas, sucesos que nos llevaron a ser amigas. Es por esa razón que decidí buscar las muchas cartas que cuando niñas nos mandábamos, si bien vivíamos al lado no nos veíamos tanto como quisiéramos, ella estudiaba mucho y como era muy activa en colegio siempre tenía cosas que hacer.
Son cartas de niños, se habla de colegio, bailes, niños que nos gustaban y una que otra tontería más, pero para mí en ese momento, era lo máximo, aquello que me hacía vivir.
Adoro tener esas cartas, siempre me hacen recordar aquella amistad tan linda que logramos entablar; cada vez que las leo veo lo madura que era para su edad, lo cariñosa y preocupada, tenía tantas cosas en qué pensar y de todas formas se daba un tiempo para escribirme en un esquela u hoja de cuaderno aquellas palabras que hoy agradezco haber recibido algún día.
Esta vez no será como antes, llevo las cartas al hospital para recordar cosas juntas y dar pie a un contacto permanente con la niña de los ojos especiales.

3 comentarios:

Sebco. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
pikalbert dijo...

q nice =)
ojala el contacto esta vez dure harto harto tiempo :D
me hiciste recordarme a un buen amigo q tenia en mi infancia q era de coquimbo y cuando pendex nos enviamos cartas para continuar la amistad... casi todos los veranos lo veia, ahora no lo veo hace como 3 años si xD pero seguimos en contactos esporadicos...

Erik Rosenthal dijo...

que fuerte tu historia.

A veces intento deducir como funcionan las enseñanzas que nos quiere dar la vida, pero me cuesta entender que siempre deban ser manera tan brutal.
Es así como funcionamos? Es necesario sufrir y pasarlas negras para valorar de verdad lo que tenemos? Pareciera que si, no?

Bueno es cosa de ver como tenemos el planeta y como cavamos nuestra propia tumba. Una raza desequilibrada por donde se mire. Pareciera que no fuéramos de aquí. Bueno ... ya me desvié del tema, pero es interesante.

Solo te puedo decir, que no pierdas esa amistad, eres una afortunada.