Hoy me deshice de ella, de ti. sin si quiera encontrar tus ojos, pues no quise buscarlos; tampoco se a donde se dirigieron, no era de mi incumbencia.
Pensé que iba a ser distinto, ni siquiera me latió rápido y fuerte la cuchara, sólo desapareció de mi llavero, así, sin más ni menos. Sólo 3 segundos duró todo y no quedó nada. Nada que decir, nada para oír.
P.D.: Mucho sin dedicarte una nota, seguirá así, al menos sé que la estás leyendo.
P.D. para un tercero: Tus chistes siempre fueron los más crueles.